El subdirector nacional del Sistema de Emergencias 911, Fernando Ferrera, informó que las cámaras de vigilancia del programa de emergencias están inoperativas, debido al impago con el operador y proveedor de una deuda desde hace once meses.
Ferrera detalló que es un contrato de 150 millones de dólares (3 mil 675 millones de lempiras) pagaderos en cuotas mensuales de 1.8 millones.
La fuente amplió que cuando ellos llegaron, el 911 ya debía seis meses y se acumularon cinco más.
“Tenemos cinco meses buscando los mecanismos legales de cómo subsanar la problemática”, declaró.
Asimismo, dijo que el contrato es de siete años y medio con montos de 4 mil millones de lempiras, “este es un gobierno responsable, queremos instalar un 9-1-1 al servicio de la población, pero un 9-1-1 honesto, bajo principios de transparencia”.
El subdirector indicó que el corte del servicio fue el pasado 31 de agosto por parte del proveedor.
No obstante, aseveró que “los servidores, las instalaciones, las cámaras, son propiedad del Estado de Honduras, ellos tenían la administración de la información, sin embargo, ellos se retiraron y nos dejaron con llave nuestros servidores, que son propiedad del Estado, entonces tuvimos que forzar las cerraduras para que nuestros ingenieros y los equipos técnicos pudieran entrar a los mismos y poder operativa la línea 9-1-1”.
Ferrera advirtió que un colapso de la línea de emergencia pone en precario la seguridad nacional.
Para que los artefactos tecnológicos no sean vandalizados se desplegaron operativos encabezados por la Policía Nacional y la Policía Militar.
Finalmente, mencionó que reciben un promedio de 40 mil llamadas diarias, pero del total, solo ocho mil requieren atención. “Debemos inculcar al hondureño que el 9-1-1 es una línea seria, que está al servicio de ellos, pero cuando requieran de una emergencia”, apuntó
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