El 90 por ciento de los homicidios cometidos en el país no llegan a ser resueltos; quedan en la impunidad, según los estudios realizados por organismos que analizan el fenómeno de la inseguridad en el país.
Si es tomado en cuenta que en los 12 años anteriores han sido ejecutados 64 mil homicidios, de acuerdo con los mismos registros de la Policía Nacional, se obtiene que alrededor de 58 mil hechos violentos están pendientes de ser esclarecidos.
No se conocen sus autores materiales o intelectuales o no fueron identificados en su totalidad. Tampoco fue posible establecer los móviles de los asesinatos, las pruebas no resultaron suficientes o, simplemente, el proceso de investigación se quedó en el camino.
Julio se perfila como el mes más violento de 2022. Las estadísticas de la Policía Nacional apuntan a que diariamente son registrados un promedio de 13 homicidios ,uno cada dos horas.
Entre enero y junio, el número de crímenes cometidos cada 24 horas tuvo una variación entre ocho y 11, detalla el Sistema Policial de Estadísticas en Línea, actualizado hasta el 13 de julio.
Significa, entonces, que entre siete y 11 de los homicidios consumados diariamente este año están en camino a quedarse sin investigación.
Este vacío alienta la impunidad y fomenta las actividades delictivas. Entre 2006 y 2011, la tasa de homicidios se movió desde 46 a 86 por cada cien mil habitantes. Y en el período 2012-2013, esta relación pasó de 85 a 79 eventos por cada cien mil personas.
Entre los años 2014-2021, la tasa de homicidios vino desde 68 a alrededor de 40. En el presente año, la criminalidad ha repuntado notablemente, especialmente en sus variantes de extorsión, sicariato y actividades ligadas con el narcotráfico.
Pese a que el plan de seguridad en la actual gestión estuvo centrado en potenciar las capacidades de la Policía Nacional, el Gobierno ha ordenado el regreso de los militares a las calles.
Los elementos de la institución castrense incrementarán su presencia en los sitios públicos, con el objetivo de contener a las bandas delictivas que han desbordado su quehacer.
Los conocedores de las causas y consecuencias del fenómeno de inseguridad, son del criterio que la medida de enviar a los militares a las calles es conveniente y oportuna, en tanto puede producir un efecto disuasivo.
La violencia se ha recrudecido. Los expertos concuerdan que ello se debe a que los cuerpos de seguridad y de investigación no fueron fortalecidos; tampoco se concentraron trabajos destinados a elaborar una estrategia de Estado contra la criminalidad,
Junto con el replanteamiento de la batalla a la inseguridad, la investigación es un elemento fundamental para el propósito de reducir la impunidad y mejorar la seguridad pública en Honduras.
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