El Gobierno de Países Bajos ha anunciado este lunes la suspensión inmediata de las adopciones de niños en el extranjero después de que un comité de investigación haya concluido que hubo irregularidades en los procesos de adopción entre 1967 y 1998, y que el sistema «contiene todavía vulnerabilidades inherentes».
El ministro saliente de Protección Legal, Sander Dekker, ha reconocido que el Gobierno «no ha actuado durante años al apartar la mirada de los abusos en las adopciones internacionales y no intervenir», una conclusión que saca del informe sobre el papel y la responsabilidad del Ejecutivo en la adopción internacional de niños entre los años sesenta y noventa.
La investigación ha revelado «diferentes tipos de abusos estructurales» y ha citado ejemplos de funcionarios neerlandeses que hicieron la vista gorda ante la falsificación de documentos, así como casos de fraude y corrupción. Asimismo, habla de tráfico y robo de niños a sus padres.
Los nuevos procedimientos de adopción en el exterior se suspenden de forma inmediata «para proteger a los niños y a sus padres biológicos contra los abusos», por lo que no se tramitarán nuevas solicitudes, aunque aquellas familias que tengan permiso concedido, en principio, pueden completar su procedimiento después de una prueba adicional.
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