DE ILUSTRE PROSAPIA
Nahúm Valladares y Valladares es la mejor voz de la locución hondureña en todos los tiempos. Fue un talento que le dio la madre naturaleza y que él supo cultivar con esmero. Nahúm, nació en el puerto de Amapala, departamento de Valle. Es hijo del abogado Francisco Tomás Valladares Rodríguez y de Domitila Valladares y Valladares. Nahúm, nació en el puerto que baña el océano Pacífico por un hecho fortuito, su señor padre era el Juez de Letras, en la ciudad indicada. Nuestro personaje, vio la luz el 24 de junio de 1937. Proviene de una ilustre familia, su abuelo paterno, fue el gran jurisconsulto Leandro Valladares, quien junto a otros togados: Rafael Alvarado, C. Gómez, Francisco Escobar, Rafael Alvarado Guerrero, Mariano Vásquez, Jerónimo Zelaya y Manuel Villar; fueron comisionados por el general Manuel Bonilla, a la sazón Presidente Constitucional de la República (1904), para la elaboración de los proyectos de Código Civil, Código de Procedimientos, Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales, Código Penal y otros más. Fue un ímprobo trabajo, concluido en 1906. Eran otros tiempos. Honduras tenía hijos que la amaban. Se aplicaron al estudio con denuedo. Me emociona el último párrafo del informe presentado al Ejecutivo: “A vos, Señor Presidente (…) correspondería la gloria de la Reforma, si ésta, como es nuestro deseo, alcanza a llevar altos fines de Paz, de Orden, de Libertad Civil y de Progreso que se propone”.
Algunos de esos códigos, emitidos en 1906, siguen vigentes. El Código Civil y la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales, por ejemplo. Honduras, no necesita traer juristas extranjeros, porque los tiene en su seno. Egresados de la Universidad fundada por el presbítero José Trinidad Reyes, con un nombre eufónico: “Academia del Genio Emprendedor y del Buen Gusto”. Don Juan Lindo, en 1847, la transformó en la Universidad Central de Honduras. Por eso digo que hay prosapia en el apellido Valladares. Uno de sus hijos Juan Bautista Valladares Rodríguez, fue también abogado. Además, historiador. Presidió el Congreso Nacional de la República en la administración del doctor Juan Manuel Gálvez. Desde esa posición se opuso a que se renovaran las concesiones leoninas a las compañías fruteras. Gálvez -hábil político- lo envió de Embajador a España. Fue Juan B. Valladares (1911-1996); un grande hondureño. Asimismo, es un gran hondureño, su hijo Leo Rodrigo Valladares Lanza (1941) quien, como Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, denunció la desaparición de personas efectuada por las Fuerzas Armadas de Honduras, con la aquiescencia del entonces Presidente de la República, Dr. Roberto Suazo Córdova (1927-2018). Leo, título su denuncia: “Los hechos hablan por sí mismos”. Hago estas citas, para que el lector comprenda que los Valladares constituyen una familia notable y patriótica. Es de justicia enaltecerla.
Nahúm, tiene varios hermanos: Vibilia, abogada; Militza (mi condiscípula en la Escuela “Federico Fröebel”), acompañó como amante esposa al abogado -ya extinto- Leonardo Matute Murillo; Evandro (médico con especialidad en psiquiatría infantil); Ivette y Jaime David. Al parecer, el abogado Francisco T. Valladares, trasegaba en los libros de su biblioteca y en los libros de bibliotecas ajenas, antes de ir al Registro Civil a dar cuenta del nacimiento de sus hijos. Son nombres bíblicos, en su mayoría. Nahúm, es uno de los profetas menores, autor de un breve libro del “Antiguo Testamento” en el que vaticina la destrucción de Nínive. Su profecía de gran valor poético, fue escrita hacia el 662 a.C. La Iglesia católica celebra su fiesta el 1 de diciembre. Nahúm, el nuestro nació el 24 de junio. No es profeta. Tampoco poeta. Pero es un hombre honesto, cual el más y la mejor voz de la radiodifusión nacional. Además, su inmenso amor a Honduras lo ha llevado -como luego veremos- a otros planos de actividad humanista y cívica.
EL NIÑO
Fue un niño vivaz. A temprana edad fue a la escuela. Su padre, lo inscribió en escuela pública. Ahí alternó con niños con los pies descalzos. No solo aprendió a “leer de corrido”. Aprendió a leer la realidad de Honduras. Se hizo amigo de los humildes, cualidad que no abandona. Nunca se le ha conocido un gesto de arrogancia. No concuerda con su personalidad ni con los valores que le inculcaron en su infancia don Francisco y doña Domitila. Al salir de las escuelas, fue matriculado en el Instituto Central de Varones (no llevaba el nombre de “Vicente Cáceres”). Se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras. Su padre deseó que él también fuera abogado; pero su destino era otro.
PASIÓN POR LA RADIO
A la temprana edad de 14 años, comenzó a locutar para “Radio Montserrat”; propiedad de don Adolfo León Gómez (de grata recordación), progenitor de una pléyade de profesionales. Su voz vibrante y clara, llamó la atención de don Rafael Ferrari (padre), dueño de H.R.N. y lo llamó a integrarse al personal de su radioemisora. Dejó los estudios universitarios, con la ayuda de un padre complaciente y amoroso. Comenzó una larga carrera, partiendo de abajo. Animaba programas musicales. Transmitía partidos de fútbol. Hasta llegar a hacerse cargo de los noticieros. En los cuales, con ponderación analizaba los problemas nacionales. Contrario a otros locutores no denigraba a nadie. Hubo un locutor, para mayores señas abogado, que prestó su vozarrón para anunciar la deposición del gobierno constitucional del Dr. Ramón Villeda Morales (1909-1971). Para su condenable labor, vistió uniforme de fatiga de las Fuerzas Armadas. Recibió su premio: Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Ocupó el sillón que antes ocuparon: Alberto Uclés, Leandro Valladares, Silverio Laínez, Antonio Bermúdez, Horacio Fortín, José Cisne Guzmán, José María Palacios y otros. Fueron honra y prez del foro hondureño. Nahúm, no anduvo nunca en aventuras de irrespeto a la Ley y a las instituciones. En la Radio creció -llegó a ser Gerente General de “Emisoras Unidas”-. Salió de las cabinas de Radio para hacer Televisión. Se ha adaptado a los cambios que su profesión exige y siempre ha estado a la altura de las circunstancias. Trabajando en la Radio formó a su familia. Se casó con Diana Mejía, una mujer maravillosa. Procrearon 3 hijos: Nahúm Gabriel (locutor también); Diana Gabriela y Jessica. Ya los hicieron abuelos. ¡Bendiciones!
SUS OTRAS FACETAS
Nahúm ama la vida política. Desde 1957, ha transmitido los actos de asunción presidencial. Solo tenía 20 años cuando transmitió los actos de toma de posesión del Dr. José Ramón Villeda Morales. Lo hizo con tanto acierto que los demás que han llegado a tan altos destinos, han pedido a Nahúm que conduzca los actos correspondientes. No basta la buena voz. También conocimientos protocolarios. Es así que ha animado las tomas de posesión de Oswaldo López Arellano (1965), Ramón Ernesto Cruz (1971). Luego vino un largo lapso de usurpación castrense; hasta 1982, cuando el país retorna al orden constitucional con el Dr. Roberto Suazo Córdova (1982); luego, José Azcona (1986); después Rafael Leonardo Callejas (1990); Carlos Roberto Reina (1994); Carlos Flores (1998); Ricardo Maduro (2002); Manuel Zelaya Rosales (2006-2009); Porfirio Lobo Sosa (2010-2014); Juan Orlando Hernández (2014). A la toma de posesión de JOH, en su segundo período, se negó Nahúm a transmitir el acto porque se trataba de una violación constitucional. La Constitución de 1982, es enfática en prohibir la reelección. Nahúm Valladares, nunca se ha prestado a un juego sucio, no hay ningún baldón en su vida pública y privada.
CARGOS PÚBLICOS
Nahúm, ha desempeñado cargos públicos con entereza, capacidad y mucha honradez. Por elección popular, el Partido Nacional lo llevó a la vicealcaldía del Distrito Central. Gobernaba el ingeniero Carlos Flores Facussé. En 1998, el huracán Mitch, hizo estragos en el territorio nacional. Destruyó estructuras físicas y se llevó muchas vidas, en cuenta la del Dr. César Armando Castellanos, alcalde del municipio del Distrito Central. A Nahúm Valladares, le correspondía asumir la vacante luctuosa. Pero, el jefe del partido, Rafael Leonardo Callejas, decidió otra cosa. Propuso -y fue nombrada alcaldesa-, la doctora en odontología, Vilma Reyes viuda de Castellanos. Sin experiencia administrativa ni política. Su gestión no contribuyó al progreso de la capital. Nahúm, nada dijo; prudente y caballeroso, calló. Callejas cometió un grave error, con ribetes de ingratitud hacia un correligionario correcto y honesto. Callejas pudo haber influido para el otorgamiento de un montepío a la viuda. Pero hizo demagogia -era su estilo- creyendo que su gesto le redituaría beneficios políticos. Empero, Nahúm fue diputado en el gobierno de Callejas. En el gobierno del Ing. Carlos Flores Facussé, Nahúm Valladares y Hermán Allan Padgett, desempeñaron la Oficina de Relaciones Públicas de Casa Presidencial. Flores, no los ocupó para que le escribieran sus discursos. El ingeniero Flores es un excelente escritor. Le preparaban sus ruedas de prensa, que no eran muy frecuentes. Nunca ninguno de los dos pudo resolverle al ingeniero un dilema: “¿Quién escribió “Hacia Belén la caravana pasa”? Flores quería incorporar el verso a uno de sus discursos. Pero ni Nahúm ni Padgett, eran literatos. Son versos de Rubén Darío. El poema se titula: “Yo soy aquel”. Que ayer nomás decía.
Nahúm no es literato. Pero ama la cultura, y se aproxima a ella. Fue presidente del “Museo del Hombre”. Cultivó una sección histórica en Diario “LA TRIBUNA”. Es miembro del Club Rotario; aunque allí no se hace cultura. Conoció y entabló amistad con Jorge Fidel Durón, Francisco Pratts, y otros de igual dimensión ética e intelectual.
A sus 86 años, está jubilado. Sale poco de su casa. Rumia recuerdos. Está a tiempo de escribir sus memorias. Con su figuración en el escenario nacional. Don Nahúm Valladares, tiene mucho que contar. Podría titular su obra usando un solo vocablo: “Micrófono”.
Tegucigalpa, julio de 2023
Fuente exclusiva: Conversación con el Dr. Evandro Valladares Valladares, hermano de Nahúm.
Comentar