La corte suprema de Brasil ratificó el miércoles una medida cautelar que obliga al gobierno federal a adoptar medidas para contener la propagación del nuevo coronavirus entre las poblaciones indígenas.
Más de 600 indígenas fallecieron y al menos 22.000 contrajeron la enfermedad, según datos de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), que denuncia un «genocidio» de los pueblos originarios debido a la «omisión» del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Brasil es el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, más castigado por la pandemia y ya contabiliza más de 97.000 fallecidos y 2,8 millones de casos confirmados de la enfermedad en total.
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