En algunos de estos municipios del Valle de Sula, aún no se recuperan de las escuelas de fenómenos naturales como Julia, que en octubre del año 2022 golpeó a sus comunidades y tampoco se olvidan de los desastres generados por los huracanes Eta y Iota que impactaron simultanéamente en Honduras durante el 2020.
En Choloma, su alcalde, Gustavo Mejía, dijo que ‘espera en Dios’ que no se repitan los daños ante las obras ejecutadas en algunos bordos.
«Ahí es una pérdida total que se ha venido dando, pero creemos que con el desasolvamiento que se ha venido haciendo pueda fluir el agua y el río puede tener mayor caos en este momento», dijo Mejía.
Heridas de Eta y Iota
Al igual que este municipio, otros del Valle de Sula como El Progreso, en Yoro, y La Lima, San Manuel y Villanueva, en Cortés, resienten aún más desde Eta y Iota en el 2020, el sufrimiento de sus pobladores al inundarse sus casas y la pérdida de hectáreas de diferentes cultivos, como banano, palma africana y granos básicos.
«Las pérdidas en el sector agropecuario son grandes, porque además de perder áreas de cultivo hay cantidades de tierra que quedan inutilizadas y es difícil recuperarlas. Perdemos los cultivos y perdemos la tierra», mencionó Germán Pérez, uno de los productores afectados.
El subcomisionado para el noroccidente de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco), Frank Antúnez, indicó que como medida de prevención ante este tipo de eventos, han inspeccionado más de 450 albergues en el Valle de Sula.
«Ya decidimos cuáles son los primeros que se van a abrir en caso de ser necesario, con esa sinergia que nos ha caracterizado con las alcaldías. Sabemos que son momentos difíciles pero no solo se trata de sacar a la población de sus casas, sino que darles un lugar donde puedan estar de manera tranquila», mencionó Antúnez.
Ante este tipo de situaciones, la necesidad de la construcción de las represas resurge al ser de prioridad para evitar que las inundaciones causen estragos en una zona altamente vulnerable.
«Yo creo que es necesario que se agilice a través de la Presidencia de la República y el Congreso Nacional las represas que se han venido manejando porque eso nos va a amortiguar cualquier golpe que pueda venir de una cantidad de de agua», dijo Mejía.
Honduras bajo alerta
Copeco decretó el lunes alerta amarilla por 48 horas en los departamentos de Valle, Choluteca, El Paraíso, Francisco Morazán, La Paz y Comayagua, y verde en el resto del país por el impacto que podría generar la tormenta tropical Pilar.
Los departamentos de Honduras que están bajo alerta verde son: Cortés; Santa Bárbara; Atlántida; Colón; Islas de la Bahía; Gracias a Dios; Olancho; Yoro; Intibucá; Lempira; Ocotepeque y Copán.
Se espera que la tormenta tropical Pilar se aleje de Honduras hacia el miércoles y que mantenga su actual trayectoria, desplazándose a una velocidad de 6 kilómetros por hora y con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora.
Las recientes inundaciones han revivido los daños causados por los huracanes Eta y Iota que azotaron a Honduras entre noviembre y diciembre de 2020, con mayores daños en el norte y occidente del país.
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), unas 437,000 personas fueron afectadas directamente y alrededor de 3.9 millones indirectamente por los huracanes Eta y Iota.
Los daños dejaron un impacto económico que superó los 2,170 millones de dólares -unos 53,935.35 millones de lempiras-, informó el Gobierno hondureño en ese momento.
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