En una iglesia evangélica localizada en los bordos del Río Blanco, San Pedro Sula, Cortés, zona norte de Honduras, familiares y amigos velan los restos mortales de un menor de edad, quien murió ayer presuntamente por adicción a los videojuegos.
La madre del menor de tan solo 16 años de edad relató el cambió y deterioro en la salud física y mental de su hijo tras iniciarse en el mundo de los videojuegos.
‘Yo no quería esto para mi hijo, pero desgraciadamente a veces los jóvenes no entienden cuando uno les dice las cosas, él primero empezó con el desgano, se volvió agresivo y de ahí fue perdiendo el apetito, fue ahí cuando yo fui a los médicos y me dijeron que él estaba sano, que no tenía nada’, dijo Roxana Antúnez, madre del adolescente.
Antúnez comentó que su hijo comenzó a presentar dolor en los ojos y ha hablar lenguas diferentes, eso la hizo internarlo en un centro de rehabilitación localizado en el sector de El Ocotillo, donde permaneció 11 días, hasta su muerte.
La madre agregó que su vástago era un niño normal, cariñoso, y que comenzó a cambiar a partir del mes de enero, ‘desde ese momento todo era enojo e incomodidad’, dijo.
‘Últimamente cuando él ya comenzó a perder el conocimiento, que ya su cerebro se confundió, ya él empezó a hacer los gestos que estaba jugando, matando y solo rápido decía para todo, habían veces que él pedía comida cuando volvía a la normalidad y rápido, rápido, me decía’, explicó la madre.
Con lágrimas en su rostro, la dolida mujer, pidió a los padres de familia estar al pendiente de sus hijos y el tiempo que emplean en los juegos, para evitar tragedias como la que ella y su familia están pasando ahora.
El cuerpo sin vida del niño será sepultado esta tarde, en un cementerio de la localidad, indicaron familiares y amigos.
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