La extorción es uno de los flagelos que más ha dañado y torturado a los hondureños en los últimos años, siendo los transportistas las principales victimas, según informes detallan que cada seis horas se reporta un caso de extorción en el país.
Es precioso mencionar que días atrás varios delincuentes tirotearon dos unidades de transporte interurbano de la estación de buses «Mi Esperanza», que cubre la ruta Tegucigalpa – Choluteca, la unidad recibió al menos 10 impactos de bala, este hecho se reportó en el Bo. Villa Adela en la capital de Honduras, Tegucigalpa.
El Sub Comisario de la Fuerza Nacional de Seguridad al Transporte, Gerson Áriola manifestó que; «lamentamos este hecho, ya que el día de ayer a las 22 hrs., llegaron dos individuos a esta empresa a hacerle disparos a las unidades de transporte, por lo cual los encargados interpusieron la denuncia y ya se está trabajando con un equipo para poder identificar a las personas que realizaron el atentado en contra de las unidades, logrando la identificación se procedería a la judicialización. Ya se tiene indicios con el equipo de inteligencia y en los próximos días procederemos a la captura con un equipo en conjunto».
Preocupado se encuentra el sector transporte pues el mal llamado cobro de extorción está suprimiendo a los transportistas, el dirigente Wilmer Cálix, informó que alrededor de ocho rutas estarían paralizando sus unidades ante esta crisis; «El tema de la extorción, la inseguridad, los asaltos en nuestras unidades y a nosotros solo nos queda pedirle a Dios, y al Gobierno de la República le hacemos la pregunta, ¿Dónde está la Fuerza de tarea del Transporte, dónde está la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas, y dónde está la seguridad que nos ha venido prometiendo?», cuestionó el dirigente del transporte.
El director de Investigaciones de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) Lester Ramírez, considera que es necesario que las autoridades intervengan a garantizar seguridad a los transportistas y sus usuarios.
«Hay que ir implementando medidas de prevención en las unidades de transporte, así como arreglos entre el Estado y el sector transporte para fortalecer la prevención», acotó Ramírez.
El flagelo de la violencia pone de rodillas a este rubro, es preciso mencionar que solo en este año se reportaron 39 colaboradores asesinados y 8 unidades de transporte quemadas, aumentando la preocupación ante las amenazas por parte de estructuras criminales.
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