Australia fue uno de los primeros en dar la bienvenida a 2021 por su proximidad a la línea internacional de cambio de fecha. Es un final de año sombrío en Nueva Gales del Sur y Victoria, los dos estados más poblados del país, que luchan contra nuevos brotes de COVID-19.
En los últimos años, un millón de personas solía abarrotar el muelle de Sydney para ver los fuegos artificiales del Sydney Harbor Bridge, pero esta vez la mayoría los vio por televisión ya que las autoridades han pedido a la población que se quede en casa.
El muelle fue vallado, los populares parques se cerraron y los conocidos lugares nocturnos estuvieron desiertos. La exhibición de fuegos artificiales de las 9 p.m. se canceló pero sí hubo un espectáculo pirotécnico de siete minutos a medianoche que la mayoría siguió vía online o por TV.
La gente solo pudo acceder al centro de Sydney si tenía una reserva en un restaurante o son uno de los cinco invitados de un residente en esa zona. No se permitió la entrada al centro de la ciudad sin un permiso.
Happy New Year from Australia 🎉 Sydney Harbour dazzles with fireworks as it enters 2021 pic.twitter.com/m6et2lceRJ
— Bloomberg Quicktake (@Quicktake) December 31, 2020
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