El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rehusó ayer comprometerse a facilitar un traspaso pacífico y ordenado de poderes si pierde las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre. Según dijo al ser preguntado en una rueda de prensa en la Casa Blanca, «tendremos que ver qué pasa» dadas las sospechas que tiene él de fraude.
«Saben que me he quejado mucho de las papeletas, las papeletas son un desastre», añadió Trump durante la rueda de prensa en referencia a sus múltiples quejas ante el voto por correo, que se prevé aumente notablemente por la pandemia de coronavirus.
Es inusual que un presidente en ejercicio rechace aceptar un traspaso pacífico de poderes, aunque también es poco común que se le pregunte, como suele suceder, en cada rueda de prensa. En ello tiene que ver el continuado lamento por parte del propio Trump de que hay un elevado riesgo ese fraude en estos comicios.
Tampoco se comprometió Trump hace cuatro años a aceptar los resultados de las elecciones si ganaba su oponente demócrata de entonces, Hillary Clinton. Aun después de ganar, el actual presidente denunció fraude para justificar que su contrincante ganara el voto popular por tres millones de votos más que él, aunque perdiera finalmente el cómputo del colegio electoral, que es el que importa para llegar a la Casa Blanca.
El actual candidato demócrata, Joe Biden, lamentó ayer que Trump diga «cosas tan irracionales». «No sé qué decir al respecto. Pero no me sorprende», dijo Biden a los medios en Delaware.
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