La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, señaló que hay una percepción en la población hondureña por muertes de mujeres.
En ese sentido, comentó que la muerte de féminas se ha reducido en comparación con el año pasado.
Según los reportes, de enero al 6 de noviembre se registran 250 mujeres asesinadas, al comparar con el año anterior, hay una disminución del 14 por ciento.
Los datos son de calidad y se deben generar políticas públicas en casos de las muertes violentas de mujeres, dijo Villanueva.
Solo el 4 por ciento de los crímenes contra mujeres son judicializados en Honduras, apuntó.
La funcionaria aceptó que hay una gran deuda de casos de muertes de mujeres sin investigación.
Las autopsias contra muertes de mujeres se deben de realizar con rigor en cada uno de los lugares porque no se documenta el caso, indicó.
Finalmente, desglosó que San Pedro Sula, Tegucigalpa, Olancho, Choluteca y Lempira son los lugares donde más asesinan mujeres, por lo que se convierte en un “fenómeno crudo”.
Una pandemia
Para el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), la violencia contras las mujeres es una “pandemia” que se debe atender y que no se le ha dado esa atención oportuna y debida por parte de las autoridades correspondientes.
Se estima que entre el 2002 y agosto del 2022 unas 7,409 mujeres perdieron la vida en circunstancias violentas, es decir, un promedio de una víctima cada 24 horas, en los últimos 20 años y ocho meses.
En ese sentido, la coordinadora de la Defensoría de la Mujer del Conadeh, María José Gálvez, declaró que el impacto de esas muertes violentas de mujeres tiene que ser analizada por las autoridades hondureñas, principalmente por los casos de niños que quedan huérfanos, desprotegidos y que, en muchos casos, continúan sufriendo la violencia.
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