El alcalde de Río de Janeiro anunció este viernes el cierre de las playas, símbolo de la vida carioca, por el fin de semana, en un intento por frenar la propagación del coronavirus en uno de los estados más afectados de Brasil.
A partir del sábado queda prohibida “la permanencia de individuos en la playa, tanto para hacer deportes, tomar baño o para actividades económicas”, afirmó el alcalde Eduardo Paes en una conferencia de prensa en la que calificó la situación como “muy crítica”.
Tampoco será permitido estacionar en la rambla -excepto para los residentes de la zona- y se prohibirá el ingreso de buses turísticos a la ciudad.
Las unidades de cuidados intensivos de la red pública de la ciudad registran una tasa de ocupación del 95%, según las autoridades.
A pesar de representar menos riesgo de contagio que lugares cerrados, las playas de Rio han registrado grandes aglomeraciones los fines de semana, con la mayoría de las personas sin tapaboca y un gran flujo de vendedores ambulantes.
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