Luego de casi ocho meses de conflicto, en la región de Tigray (norte del país) se está viviendo una crisis humanitaria sin precedentes, según denuncian los organismos internacionales. Más de 400.000 residentes tigrayanos sufren hambruna y otros miles más están en riesgo de padecerla. Pese al reciente alto el fuego entre el Gobierno federal y el grupo líder en la región, Naciones Unidas avisa del dramático deterioro de la situación, afectando especialmente a la población civil.
Grito desesperado de alarma: se está produciendo una hambruna masiva en Tigray. En la polémica región norteña de Etiopía, más de 400.000 personas están en condición de hambruna y casi dos millones en el borde del abismo. La situación humanitaria en la zona está sufriendo un «dramático» deterioro y el acceso a las ayudas está siendo fuertemente restringido, según denunció Naciones Unidas este viernes 2 de julio.
Casi ocho meses de escaramuzas, iniciadas en noviembre de 2020, entre el Ejército etíope –respaldado militarmente por la vecina Eritrea– contra el grupo líder en la región, el Frente Popular de Liberación Tigray (FPLT), deja una catástrofe humanitaria sin precedentes en la zona, una de las más prósperas del país africano.
«Una de las tendencias más preocupantes es un aumento alarmante de la inseguridad alimentaria y el hambre debido a los conflictos. Se estima que más de 400.000 personas han cruzado el umbral de la hambruna y otros 1,8 millones de personas están al borde de la hambruna», advirtió el secretario interino en asuntos humanitarios de la ONU, Ramesh Rajasingham, lamentando que 33.000 menores de edad están gravemente desnutridos y que la situación podría ser aún peor.
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