Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), dijo que Libertad y Refundación (Libre), tiene doble discurso porque si las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, hubiesen sido para el anterior gobierno, no dirían que es intromisión o injerencia.
“En realidad los límites entre los países son cada vez más imprecisos, creo que la soberanía es un tema al que no se debe renunciar, pero los límites de la conversación o intervención creo que están marcados por unas relaciones que son históricas, complejas y que hoy han tenido cambios”, indicó.
Agregó que no se puede obviar que Honduras, tiene serios problemas económicos y por ende el tema de las inversiones extranjeras es importante para el país, porque actualmente varias empresas están cerrando operaciones en la zona norte y ese escenario repercute en el incremento del fenómeno migratorio hacia Norteamérica.
En ese sentido, la socióloga y analista política consideró que “el gobierno siempre tiene un doble discurso en esto de la intromisión; no les gusta cuando es señalamiento de algunos temas puntuales como al que se ha referido, pero no es intromisión cuando se piden otro tipo de colaboraciones y apoyo”.
Según Castellanos, “no es intromisión cuando se juzga a alguien en EE.UU., o cuando se culpa a alguien ahí. Honduras siempre ha tenido este tipo de vínculos, las opiniones que se dan de otros embajadores y sin lugar a dudas la embajada Dogu, ha tenido un historial en nuestro país de una relación muy directa”.
“La incomodidad del gobierno es porque se señalan políticas y decisiones que han tomado ahora, creo que si se hubieran referido al gobierno anterior no lo mirarían como intromisión”, dijo y finalizó diciendo que tampoco se piensa lo mismo cuando se pide ayuda para combatir el crimen o la ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), entre otras cosas.
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