La violencia que asola a Sudáfrica desde hace cerca de una semana ha dejado al menos 212 muertos, según informó este viernes el Gobierno del país, revisando al alza de manera espectacular el balance de 117 víctimas mortales comunicado la víspera.
La ministra sudafricana en funciones de la Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni, indicó que la mayoría de las nuevas víctimas proceden de la provincia de Kwazulu-Natal (este), epicentro de la violencia. En esta región se contabilizaron 89 muertos más, llevando el total a 180, mientras que en Johannesburgo y sus alrededores se sumaron seis muertos más, para un total de 32, indicó.
La ministra señaló que la provincia oriental fue escenario de 1.488 nuevos incidentes en la noche anterior, sin detallar sus características, pero aseguró que la situación «estaba volviendo de forma firme y gradual a la normalidad». En la provincia de Gauteng, donde se encuentra Johannesburgo, capital económica del país, no se registraron nuevos incidentes, añadió.
En una presentación ante un comité parlamentario, la Policía aseguró que continuaban los saqueos de centros comerciales y tiendas y que los negocios de extranjeros estaban siendo atacados, informa Reuters.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, había dicho previamente que los disturbios habían sido «planeados» y que el Gobierno perseguirá a los responsables. «No permitiremos la anarquía y el caos», aseguró Ramaphosa, quien considera que está claro que los incidentes han estado «instigados». «Estamos tras ellos», señaló sin concretar a quién.
Así mismo, expresó su preocupación por las crecientes tensiones raciales en algunas zonas del país. Miembros de la minoría blanca e india, que por lo general gozan de mejores condiciones que la comunidad negra, se han armado para hacer frente a los alborotadores.
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