La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, reconoció que los niveles de extorsión se han disparado en todo el país. “La extorsión y microtráfico está vulnerando la paz y convivencia de los hondureños”, dijo.
Para contrarrestar el flagelo, Villanueva aseveró que se está potencializando las unidades encargadas de combatir esos delitos.
No obstante, mencionó que hay situaciones con limitantes enormes, y que ponen el trabajo de los operadores policiales en negativo.
“Creo yo que está claro, que tanto la extorsión como el ciberdelito son temas de prioridad debido a la zozobra y estrés que está generando en la población”, zanjó.
«La extorsión se ha disparado, no lo vamos a negar, claro que sí, en este momento tenemos presente eso y debe haber una estrategia que vaya más allá de resultados empobrecidos», remarcó.
La ciudadanía necesita resultados oportunos y rápidos que no generen más especulaciones y “se trabaja en eso”, afirmó.
De acuerdo a informes, Honduras está entre los países que tienen los índices de violencia más altos del mundo, con un promedio de entre 10 y 13 asesinatos diarios.
Los comerciantes estarían pagando unos 5 mil millones de lempiras anuales a los extorsionadores, según datos del criminólogo hondureño, Gonzalo Sánchez.
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