La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) señaló hoy jueves que las millonarias pérdidas y contratos de generación perjudiciales para el Estado, que surgen de procesos acelerados, mantienen en crisis a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), drenando fondos que podrían orientarse a sectores como educación, salud y seguridad.
En un amplio debate sobre la situación del sector energético del país, el organismo de sociedad civil llamó al Gobierno a adoptar medidas orientadas a garantizar servicios de calidad para los usuarios.
El capítulo hondureño de Transparencia Internacional presentó un panorama de la situación actual de la ENEE, en el que destaca que, a junio de 2022, el déficit de la empresa estatal era de 55,155 millones de lempiras, equivalente a 2.5 veces más que el valor total de su propiedad, planta y equipo.
En los últimos años, a través del Presupuesto General de la República, la ENEE ha recibido más fondos que las secretarías de Salud, Educación o Seguridad. Para 2023, el presupuesto asigna 23 por ciento de los recursos a la ENEE, pero solo 16 por ciento a Educación, 11 por ciento a Salud, y 4 por ciento a Seguridad, indicó.
Si bien las autoridades de la ENEE anunciaron en julio las metas para la reducción de pérdidas, cinco meses después estas siguen creciendo, por lo que la ASJ recomendó al Gobierno terminar y hacer público un plan detallado para el Programa de reducción de pérdidas, que contemple contrataciones y compras competitivas y transparentes, para prevenir el riesgo de procesos acelerados y poco transparentes. Asimismo, solicitó que lo más pronto posible se empiece el trabajo de revisión, recortes y normalización de conexiones en el campo.
Actualmente se necesita contratar alrededor de 900 MW para asegurar el suministro de energía en los próximos dos años, lo que requiere 84 mil millones de dólares de inversión; sin embargo, no ha iniciado el proceso de licitación pública e internacional, remarcó.
De no realizarse las compras en los próximos 12 meses, existen altas probabilidades de apagones, corrupción y precios más altos, advirtió ASJ.
Por otro lado, el análisis destaca que, si bien la ENEE ha logrado firmar memorándums de entendimiento sobre 16 contratos con 14 generadoras, no se conoce a detalle y con claridad el alcance de los compromisos logrados. Además, el impacto en las finanzas de la empresa es nulo y con respecto a la tarifa, mínimo.
La ASJ hizo un llamado al Gobierno para finalizar y publicar un plan completo y detallado del Programa nacional de reducción de pérdidas que incluya procesos de contratación, operativos sostenidos y equitativos contra el hurto de energía, y espacio a la veeduría ciudadana, para evitar que los hondureños más pobres siguen pagando los mayores costos, pues la ENEE absorbe recursos que deberían destinarse a garantizar derechos como la educación y la salud.
El Gobierno debe replantear
“El Gobierno debe replantear todos los bonos que transfiere a la ENEE y deja de invertir en otros sectores importantes como educación y Salud”, dijo el investigador de ASJ, Edgar Aguilar.
“Continúan las millonarias pérdidas y por eso la ENEE debe hacer público un plan detallado del programa nacional de reducción de pérdidas y debe habilitar los mecanismos para la rendición de cuentas de uso de fondos en el progreso de este plan”, agregó.
Aguilar indicó que existen riesgos de compras de energía muy poco transparentes, “por eso la ENEE debe hacer públicos un cronograma de las actividades para la contratación de nueva energía y dar espacio para la veeduría en todos estos procesos”.
Consumidores piden respuesta
Por su lado, la representante del Comité para la Defensa del Consumidor, Glenda Aguirre, declaró que aún esperan una respuesta ante los altos costos y mal servicio de energía, a lo que suman el encarecimiento de la canasta básica.
Aguirre comentó que la situación actual de los costos de energía en barrios y colonias “nos afecta demasiado, por ejemplo, ahorita que la canasta básica se ha puesto tan exageradamente por arriba, todo está carísimo”.
La fuente lamentó que “o pagamos a la ENEE o compramos los frijoles, porque de otra manera cómo”.
“Imagínese las personas que hace todo su quehacer diario con energía eléctrica, entonces imagine cuanto es la tarifa que se da”, cuestionó.
No obstante, reconoció que “en algunas veces” la gente de los barrios y colonias logran un plan de pago, pero “unos planes de pago exageradamente que dejan sin comer a la gente por estar pagando la luz”.
“Eso afecta demasiado a la gente, esas tarifas de luz tan exageradas que ponen”, reprochó.
Aguirre instó al Gobierno a que trate de ver más por los barrios y colonias, los más pobres, “los que necesitamos verdaderamente una canasta básica conforme a nuestros sueldos a lo que podemos ganar”.
“Ya casi es un año y no tenemos respuesta, queremos a ver si es cierto la promesa de que los pobres no iban a pagar la luz, entonces necesitamos una respuesta lo más rápido posible”, sentenció.
Comentar