La exportación o venta de residuos desde empresas o entidades ubicadas en países ricos a países en desarrollo -donde en muchos casos existen pocos controles sobre los residuos- se ha convertido en un problema de escala mundial; y la regulación existente al respecto -con normativas como el Convenio de Basilea- parece ser claramente insuficiente.
El pasado mes de mayo, el gobierno de Malasia denunció la llegada irregular a su país de centenares de contenedores cargados con residuos de plástico procedentes de diversos países occidentales, incluida España; y anunció la devolución de estos residuos a su punto de origen.
Esta semana el gobierno de Indonesia ha anunciado la repatriación (devolución a su país de origen) de 547 contenedores cargados de residuos llegados a diversos puertos de este país asiático durante los últimos meses de forma irregular.
Las autoridades de Indonesia han indicado que los contenedores interceptados contenían “plástico usado y materiales peligrosos”, según los escasos datos difundidos por la delegación en Yakarta de Associated Press.
Fuente: La Vanguardia
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