Su paso por varios equipos del fútbol hondureño y la selecciones nacionales juveniles, le dejó a Ángel Gabriel Castro, tantos recuerdos hermosos que disfrutó en su momento, pero no sabía que Dios le tenía preparado un camino diferente, no defender un a club como defensor, sino para conquistar almas para Él.
Es un joven con mucho carisma para la relacionarse con los demás y nunca se imaginó que cambiará el balón por los estudios en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, para formarse en la vida consagrada como presbítero de la Iglesia Católica.
Gabriel fue parte de aquella selección Sub-17 que clasificó al Mundial de Corea 2007, donde tuvieron como rivales a España, Argentina y Siria. En ese mismo año, el futuro sacerdote fue parte de la selección hondureña que participó en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, enfrentando a Brasil en el estadio Maracaná, Ecuador y Costa Rica.
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