El Reino Unido se prepara para convertirse en el primer país del mundo en vacunar a su población contra el COVID-19. En concreto, las autoridades británicas anticiparon su intención de usar los inoculantes de Pfizer y AstraZeneca en la primera etapa de su plan. Esta última candidata, en cuya producción está involucrada también la Universidad de Oxford, anunció este lunes una eficacia de hasta un 90 por ciento por lo que Mene Pangalos, vicepresidente ejecutivo de productos biofarmacéuticos de I + D de AstraZeneca, confirmó que la compañía ya solicitó su aprobación de emergencia.
De efectivamente recibir la luz verde -algo que podría suceder dentro de las próximas dos semanas- el equipo del NHS, el servicio de salud público inglés, tendrá diez millones de dosis de la vacuna local para comenzar a inyectar a partir del diciembre.
Matt Hancock, el secretario de Salud inglés, sostuvo que la agencia de control de medicamentos podrán emitir un juicio sobre la seguridad de la vacuna “dentro de unos días” después de recibir la solicitud de licencia formal.
Los británicos ya tienen una hoja de ruta para la campaña de inmunización más importante de su historia. El país comprometió hasta 1.500 médicos y anunció el establecimiento de centros destinados a la tarea que estarán abiertos los 7 días de la semana entre las 08:00 y las 20:00, cada uno de los cuales dispensará al menos 1,000 inyecciones por semana.
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