Once días. Es el tiempo que le ha llevado al medallista paralímpico francés, Théo Curin, junto a otros dos expertos nadadores la travesía más larga jamás hecha en el Titicaca, el lago navegable más alto del planeta, con 120 kilómetros nadados entre Bolivia y Perú.
Nadie antes se había atrevido a nadar la distancia que separa Copacabana de las islas flotantes de los Uros frente a la bahía de Puno.
«No pensé que sería tan difícil. A veces creí que íbamos a morir, pero aquí estamos, la gente está ahí, lo hicimos, con sinceridad, gracias a todos porque eso es hacer que los sueños se hagan realidad. Sin mis dos compañeros, no habría tenido éxito. Gracias a los dos. ¡Lo logramos!», afirmó Curin.
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