El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez les pidió ayer domingo a los violentos que se dedican a la extorsión en su país que «dejen de matar» e invitó a luchar por una cultura de la vida.
«Es triste que nuestro país haya quedado en manos de violentos extorsionadores. Dejen de matar, dejen de matarse entre ustedes», subrayó Rodríguez en la misa del Domingo de Resurrección de la Semana Santa, en Tegucigalpa. Y agregó que «jamás un ser humano se debe manchar con la muerte de inocentes».
Honduras vive una ola de violencia criminal que, en promedio, deja entre diez y trece muertos, según fuentes oficiales, que en parte atribuyen ese flagelo a las luchas entre pandillas por dominios de territorios que controlan en varias ciudades del país. El religioso señaló que hoy «debemos estar jubilosos y llenos de esperanza», que «Honduras tiene que pasar del sepulcro a la vida» y que celebrar la resurrección de Jesucristo «nos compromete a luchar contra la injusticia».
Rodríguez recalcó que ayer era el tercer día del triduo pascual y a la vez el inicio de la cincuentena. «Hoy es el domingo más importante del año, el domingo del cual reciben sentido todos los demás domingos del año. Hoy es el día que hizo el Señor, hoy es el día del triunfo y de la gloria», añadió. Para el cardenal, «si celebramos bien la pascua, también nosotros hemos de morir a lo viejo y resucitar a lo nuevo, morir al pecado y vivir con Cristo en su novedad de vida».
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