Uno de los momentos álgidos de las Navidades en Nueva York es la ceremonia de encendido de los árboles.
El árbol navideño más famoso de Nueva York llega a la plaza del Rockefeller a principios de noviembre y se instala justo encima de la estatua de Prometeo, junto la pista de patinaje sobre hielo.
La ciudad de Nueva York inauguró este miércoles la época navideña con el tradicional encendido de luces del gigantesco árbol del Rockefeller Center, aunque este año, por el coronavirus, fue una ceremonia que apenas pudieron ver en vivo un puñado de personas, y el resto de fanáticos de este evento sólo pudieron seguirlo a través de la pantalla de la televisión.
El protagonista de la noche, un abeto canadiense de casi 23 metros de alto y 11 toneladas de peso que viajó hasta la Gran Manzana hace poco más de dos semanas desde la localidad de Oneonta, a más de 270 kilómetros de la ciudad de los rascacielos, se iluminó con más de 50.000 luces LED multicolor. También salió a la palestra, en lo alto de la copa del árbol, una enorme estrella que fue diseñada en 2018 por el arquitecto Daniel Libeskind, y que está formada por unos 3 millones de cristales Swarovski, por lo que su peso asciende a unos 400 kilos.
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