Novak Djokovic no recibirá un trato especial. Es la respuesta del Gobierno de Australia tras la polémica por la exención médica concedida al tenista.
El Gobierno de Victoria prevé que todos los asistentes al Abierto de Australia deben estar completamente vacunados, pero el serbio ha sido eximido tras un largo proceso de revisión.
«Estamos a la espera de su presentación y de las pruebas que nos proporcione para respaldar su exención. Si esas pruebas son insuficientes, no se le tratará de forma diferente a los demás y estará en el siguiente avión de vuelta a casa. No debería haber reglas especiales para Novak Djokovic en absoluto», ha aclarado el Primer Ministro Scott Morrison.
En la calle no sentó bien el doble rasero tras 18 meses de cierre fronterizo por la pandemia.
«Creo que es una vergüenza. Todos hemos hecho lo correcto, todos hemos salido y nos hemos vacunado, y tenemos a alguien que viene del extranjero que de repente está exento y puede jugar. Creo que es una vergüenza absoluta y no lo veré», dice una ciudadana.
Se desconocen los motivos detrás de la exención otorgada a Djokovic y que le permitirá participar en el primer Grand Slam del año. El serbio se ha negado repetidamente a confirmar si se ha vacunado contra la COVID-19.
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